“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”. (Eduardo Galeano)

 

El proyecto de aprendizaje-servicio “Peinando canas, recogiendo sonrisas”, ha clausurado hoy su segunda edición. Es un proyecto pequeño, lleno de detalles pequeños, que tiene un gran valor: facilita el encuentro y el entendimiento entre mayores y jóvenes, posibilita que personas muy distintas se acerquen, se comprendan y aprendan a convivir. Seguramente no podrá cambiar el mundo, pero sin duda contribuye a mejorar la sociedad en la que nos ha tocado vivir.

Hoy, el Instituto Santiago Hernández y la Fundación Federico Ozanam han celebrado el final de esta experiencia, con mayores, alumnos y profesores en sintonía y con ganas de seguir trabajando juntos. Y como colofón, un delicioso aperitivo compartido.

 

 

 

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